Abril 05, 2017
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) fomenta la producción masiva del piñón en zonas tropicales y subtropicales como una opción para generar biocombustibles en México.
La demanda de este producto contribuye a que se establezca un programa de mejoramiento genético, con el objetivo de colectar y caracterizar la diversidad genética.
El laboratorio de Biotecnología del Campo Experimental Rosario Izapa del INIFAP en Chiapas, evalúa y selecciona variedades criollas, o ecotipos (forma que adopta una especie en función del medio en el que vive), como parte de la investigación.
El investigador Leobardo Iracheta señaló que la tecnología del cultivo in vitro es una herramienta opcional para la producción masiva del piñón en entidades del sur-sureste mexicano, con lo que se apoyarán pequeñas unidas productivas de zonas vulnerables en la región.
En un comunicado, detalló que debido a que cada célula vegetal, cultivada asépticamente, tiene la capacidad de regenerar una planta completa, por lo que es factible la producción de miles de plantas libres de enfermedades.
El desarrollo de las técnicas biotecnológicas como la micro propagación in vitro permitirán en un futuro cercano, cubrir la demanda de genotipos mejorados para apoyar la energía renovable y contribuir a la productividad sustentable y mejorar el ambiente.
Destacó que los biocombustibles como el etanol y biodiesel son fuentes de energía renovables y a nivel mundial su producción se ha intensificado, principalmente a partir de especies agrícolas.
Esa especie ha despertado el interés de las empresas bioenergéticas por tener un potencial productivo alto y su mejoramiento genético permite la obtención de variedades que producen aceites que contribuyen a reducir emisiones de gases de efecto invernadero.